domingo, 9 de junio de 2013

Leyenda

Cuenta la leyenda que por el año de 1853, en el Rancho de San José Chimalhuacán se escuchaba un dulce e hipnótico canto femenino que se propagaba por todo el pueblo. La delicada voz pertenecía a una hermosa criatura de largos cabellos castaños, rostro de ángel, delicado talle y un cuerpo de pez: era La Sirena quien cada noche se posaba sobre una roca para peinar su larga cabellera y entonar una melodía que encantaba a todos los hombres.
El mito de la Sirena es uno de los más populares entre los chimalhuacanos y ha permanecido vivo en la memoria de la gente por varias generaciones, explica el escultor Alejandro Castro Jiménez, nativo del barrio Xochitenco, quien decidió ensalzar a este y otros cuatro personajes de la cultura popular del municipio en una obra titulada “Pilares de la Identidad Chimalhuacana”, misma que será instalada en un paseo escultórico dentro del Rancho El Molino como parte de las obras de rescate de este baluarte histórico.
La obra con la que Castro rescata la identidad y la magia de este pueblo está integrada por la Sirena del Rancho de San José Chimalhuacán, mejor conocido como Rancho El Molino; un cantero en homenaje al oficio más representativo de Chimalhuacán; un músico local llamado Antonio Castillo “El coyote” quien falleció en 1973; un pescador y un campesino con las facciones y características de los nativos que en la antigüedad se dedicaba a estas actividades. Todas las obras serán esculpidas en bronce y medirán entre 1.85 y 2.50 metros de altura.
Respecto al proceso de creación, el escultor reveló que ya cuenta con tres de las cinco figuras que integran la serie “el tiempo para terminar una pieza varía; sin embargo, debo confesar que terminé en tiempo récord de una semana la figura de La Sirena porque estaba muy emocionado y en cuanto tuve todo el material a la mano me dediqué de tiempo completo a modelar. El campesino y el pescador los concluí en 20 y 15 días, respectivamente”.
Para terminar una escultura en bronce de uno a dos metros de altura el escultor debe realizar un modelo a escala, posteriormente traza varios moldes en fibra de vidrio de cada una de las piezas que integran al personaje, como si se tratara de un rompecabezas “luego procedo a hacer el moldeo con plastilina y una vez concluido, la pieza resultante es llevada a la fundidora donde quedará complemente terminada”, explicó entusiasmado.
Castro tiene una trayectoria de 40 años como escultor y su trabajo está disperso en varios estados de la república, el Estado de México y el Distrito Federal. Este maestro de la escultura en bronce, señaló que él como muchos otros ciudadanos luchó junto con el Gobierno Municipal para que el Rancho de San José fuera expropiado para uso de la comunidad, para tal fin, dijo, durante varios meses se dio a la tarea de recolectar más de 15 mil firmas.
“Estoy muy feliz con este proyecto del Gobierno Municipal porque mucha gente soñó con volver a ver el Rancho El Molino lleno de esplendor como en sus buenos tiempos. Ahora todo el pueblo, sin distinciones, contará con un lugar para sentirse más cerca de sus raíces”, comentó.

De acuerdo con el arquitecto Juan Carlos Martínez, coordinador del proyecto denominado Plaza estado de México, la obra dentro del Rancho El Molino lleva un avance del 15 por ciento y quedará concluida en diciembre próximo.


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